Quienes somos
Esta iniciativa nace en noviembre 2016, durante una visita que realizamos a la misión del Padre Ángel Olaran en Wukro, Etiopía.
Wukro es una ciudad en la región del Tigrai, una de las más pobres y deprimidas de Etiopía.
Durante esta visita pudimos comprobar la gran obra que este gigante de la generosidad ha conseguido realizar durante sus más de 25 años de actuación en Wukro.
Siendo la emancipación de la mujer y el acceso a la educación un asunto que consideramos de mayor importancia, nos interesamos por los problemas de la mujer en Etiopía y en particular en la región de Tigrai.
El 85% de las mujeres etíopes son analfabetas.
Las chicas que provienen de aldeas en zonas rurales y que consiguen ir a estudiar a las ciudades, lo hacen casi sin recursos. Muchas de ellas terminan recurriendo a la prostitución para sobrevivir, con las consecuencias que esto acarrea para su salud y autoestima. Lamentablemente pocas son las que más tarde consiguen salir indemnes y reasumir una vida normal.
Impactados por la situación que vive la mujer en este país, consultamos a Ángel sobre la posibilidad de crear en la región de Wukro una casa de acogida para albergar a chicas de zonas rurales que deseen estudiar y que sus familias no dispongan de recursos o vocación para que sus hijas puedan hacerlo. Ángel respondió con entusiasmo ofreciendo su total apoyo.
Unos días más tarde en Addis coincidimos con una pareja de voluntarios, Maria Jesus Barcala (Maje) y Alejandro Carretoni (Ale), que habíamos conocido durante el tiempo que estuvimos en la misión. Después de una breve conversación en la que Ula les contó sobre la idea de abrir una casa de acogida en la región y visto el entusiasmo que mostraron, los convidamos a participar.
Desde ese día Ale y Maje se han convertido en los responsables de nuestra fundación en Etiopía y es gracias a su dedicación, generoso esfuerzo y a los oportunos consejos de Ángel que hoy la Casa de Acogida Carula es una realidad.
Gracias al apoyo y consejo de Ángel hemos establecido unos lazos fuertes con el departamento de «Women´s Affairs», imprescindible para la implantación de nuestro proyecto en el pueblo de Agulae, a 10 km de Wukro.
Así comenzó un intenso recorrido, que nos ha permitido inaugurar este mes de septiembre 2017 nuestra primera casa de acogida, que ya cobija a treinta y dos chicas que ahora tienen acceso a la educación.
